Los cerezos, no son solo valorados por ser un árbol de gran belleza, sino también porque su fruto, las cerezas, suele ser una de las frutas favoritas de las personas. En esta nota se verá que se debe tener en cuenta para el cultivo de estos frutales.
El clima templado es el indicado para el cultivo del cerezo, con inviernos fríos y veranos calurosos. Hay que proteger al árbol de las heladas imprevistas puesto que es muy sensible a ellas. Las temperaturas deben mantenerse estables sobre todo al momento del cuajado para evitar que se produzcan daños en los botones frutales o que los frutos se agrieten.
El suelo elegido para el plantado deberá ser profundo, aireado y poroso. Es importante que el suelo tenga buen drenaje y bajo contenido en arcillas. El pH óptimo está comprendido entre 6 y 7, pero puede llegar a valores de 8 sin problemas. Antes de la plantación, es necesario preparar al suelo desinfectando y eliminando las raíces y tacones de cultivos anteriores.
Si no se ha desinfectado el suelo, se pueden encontrar la existencia de ciertos organismos patógenos que pueden afectar a la planta, tanto plagas como enfermedades pueden atacarla.
Un plan medio de fertilización para cerezos sería el siguiente:
- Nitrógeno N): 80 U. F. /Ha
- Fósforo (P2O5): 60 U. F. /Ha
- Potasio (k2O): 100 U. F. /Ha
- Calcio (Ca): 25 U. F. /Ha
- Magnesio( Mg): 15 U. F. /Ha
El cerezo se encuentra entre los frutales que menos agua necesitan y por eso aguanta bien los periodos de sequía. Por el contrario, el exceso de agua en los cerezos puede producirles problemas. Fuente consultada: http://agriculturers.com/